En el extremo del mundo un hombre imagina a una mujer, le va dando proporciones sin gastar mucho el sueño, solo lo estrictamente necesario, la hace practica, risueña, inteligente y sensual.
En el otro extremo una mujer imagina a un hombre, no repara en gastos, simplemente lo hace magico, con ese azul que tanto les gusta a ellas, gentil, honesto, fiel, trabajador, bello, joven, viejo, sabio, etc y mas etc.
A la mitad de la distancia, un niño y una niña juegan en un campo de flores sin imaginar, riendo por reir, corriendo por el simple gusto de correr, aun no es tiempo de imaginar que estan juntos, aun no es tiempo de gastar el sueño dandole forma, les gusta la forma que tiene, de bola de algodon de azucar con sabor a felicidad.
EL PLACER
Hace 22 horas
Aveces me dan ganas de dejar de soñar para no idealizar absolutamente nada... espero algu dia encontrar la formula perfecta...
ResponderEliminarPues a mi me da por soñar más, aunque luego cueste volver a la realidad pero, aún así, no renuncio a ese mundo a mi medida.
ResponderEliminarMe ha gustado este relato corto. También he creado un blog...
http://elpiedekaas.blogspot.com
Le echas un ojo y me dices q te parece?
Un saludo.
te encontré y me encantaste...te sigo...:)
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