El mago sonrió despues de que el conejo lo sacó del sombrero tomandole de una oreja, el publicó regalaba estruendoso aplausos y los payasos saltaban de un lado a otro dentro de la jaula de los payaros, era un espectaculo increible, poder ver a esos feroces payasos atravesar aros hechos de pan de pastel y seguir atentos las instrucciones de los habiles trapecistas donadores.
De pronto un tambor toque e hizo callar a todos, el ambiente se puso tenso, expectantes todos levantaron su vista hacia donde las luces ubicaban a un paquidermo que se balanceaba en los trapecios, con la trompa se agarraba y daba una, dos, tres vueltas y volvia a tomar el trapecio, el publico regalaba aplausos mas fuertes, mientras tanto el niño pobre cubierto con un pedazo de papel, continuaba durmiendo en la calle soñando con un mundo al que ansiaba pertenecer.
EL PLACER
Hace 1 día
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