El hombre de las tormentas

Este hombre solo aparecia cuando los relampagos cortaban la noche y los truenos la hacian temblar, cuando los barcos temian ahogarse y los puertos confesaban su temor hacia lo inevitable, hacia lo desconocido.
Cuando todos corrian, cuando todos huian, cuando el miedo dibujaba muecas en los rostros, dejando cicatrices dificiles de ocultar, él caminaba pausado, hacia el viento, chocando con él, confiado de saber que sus pasos eran sus pasos y que la respuesta siempre estaba a la mano, el secreto era saberla ver.
Le llamaban el ave de las tormentas, porque anidaba en la marea y como el poema, gritaba para opacar el trueno, de sus ojos salian ordenes que causaban mas respeto que el mayor de los relampagos.
"Amarra eso", "No te acerques alla", "Protejan las ventanas" y mil ordenes mas salian de su garganta como flores que brotan en un campo propicio para ellas.
Cuando la tempestad alcanzaba su Cenit, él cantaba una melodia y bebia un trago de una botella color negro que siempre guardaba en el abrigo de similar color.
No era alto pero parecia tocar las nubes, no era negro mas siempre se le veia de noche, no era viejo pero acumulaba todos los años de experiencia que se necesita para saber elegir la ola correcta en la cual anidar.
Un buen dia no se le volvio a ver en la siguiente tormenta, quizas se habia cansado de vivir en la tempestad o quizas decidio hacerse invisible para que lo encontraran en los ojos de todo aquel hombre que se inspirara en su leyenda y tomara las riendas cuando la tormenta lanza el reto y se lo acepta el valor.