Un domingo cualquiera, con ese traje gastado que alguna vez fue negro y ahora le coquetea al gris, un sombrero que en otros tiempos estubo de moda y que el abuelo le heredó (Ah el abuelo, cuanta falta haces cuando eres necesario y el abuelo era simplemente vital).Abrio el local, levantó la cortina de hierro, despejo las cortinas de los aparadores y permitio que la luz entrara y le diera otra dimension al interior.
Escondió el sombrero tras una cortinilla que quedaba junto a un mostrador con una epica maquina de contar, todo lo que habia en la tienda no hacia juego con nada pero encajaba como encajan los recuerdos cuando uno suele evocar esa intencion de fuga ante una realidad de sabor no grato.
Desenpolvo la vitirina y fue colocando uno a uno los productos a mostrar, puso al frente el sueño del primer beso, ese tenia mucha demanda entre las adolescentes, despues coloco el sueño de pubertad, el cual salia bien cada que una persona mayor de treinta entraba, nadie se resiste a aquel humedo sueño que nos hacia levitar. Y asi fue colocando los demas del catalogo, el sueño del mejor trabajo, el sueño de gol anotado, el sueño de ganar en la competencia de come-pasteles, el sueño de etc.
Cuando todo estubo organizado, se quito la chaqueta y aparecieron unos TIRANTES!!, este viejo hermoso era un nostalgico sin duda, olia a ese perfume de madera y tierra mojada, un deleite para la evocacion.
Se sentó a esperar a que llegaran los clientes, uno a uno hicieron su desfile, uno a uno fueron rentando sus sueños, con la consigna de devolverlos al dia siguiente, sino, tendrian que pagar una penalizacion.
Ya a punto de cerrar, se acerca un viejecillo en baston, el pelo realmente habia ido a buscar mejores campos, el cuerpo acompañaba a cada paso con un ritmo continuo y disparejo, si uno fuera mal pensado seguramente concluiria que temblaba, pero era mejor no ser mal pensado e imaginar que simplemente le hacia sus ultimas danzas a la vida.
Cuando lo vio, nuestro fino arrendador le sonrió, sonrió con esa sonrisa que dice "lo estaba esperando", levantó una mano en seña de que el viejecito del baston esperara, y volvio de detras de la cortina con una cajita de madera, era el especial, era el mas buscado y casi nunca encontrado, el viejecito intento una sonrisa con los no dientes que portaba, saco un billete y el arrendador negó, "Cortesia de la casa" dijo, entonces lo acompaño a la puerta y lo contempló mientras se alejaba con el Sueño de la infancia bajo el brazo.
Sueño
Hace 1 día
Espectacular post! este parrafo esta muy bien logrado:
ResponderEliminar"Ya a punto de cerrar, se acerca un viejecillo en baston, el pelo realmente habia ido a buscar mejores campos, el cuerpo acompañaba a cada paso con un ritmo continuo y disparejo, si uno fuera mal pensado seguramente concluiria que temblaba, pero era mejor no ser mal pensado e imaginar que simplemente le hacia sus ultimas danzas a la vida" sin demeritar el texto completo que esta fascinante, me gusta este estilo.
felicitaciones!
que buen post..
ResponderEliminareso te hace pensar mucho en los sueños, y justamente hoy estoy leyendo mucho de eso.