domingo, 25 de julio de 2010

Habia en mi pueblo un zapatero

Si, es verdad, en mi pueblo tambien habia un buen zapatero, que hacia de su arte una religion, se dedicaba a reparar los pasos de las personas, habia unos que los daban muy chiquitos y necesitaban alargarlos y otros que los daban muy deprisa y habia que ajustarlos para que no se alejaran mucho del buen camino.
Una vez lo fue a visitar la peor pesadilla de un zapatero, un hombre con los pies descalzos, el zapatero lo vio, movio la cabeza en forma negativa, cerró los ojos y entendio que era el momento de descansar.

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