"Los padres no deberian enterrar a sus hijos". Esta frase la vi en el Señor de los anillos 2, es de las frases que me marcan la vida, que la tengo siempre presente, como esa pesadilla que amenaza y que uno intenta alejar con todo tipo de malabares psicologicos y no psicologicos, amuletos y conjuros. No existe dolor mas grande que el de un padre perdiendo a su hijo, no hay comparacion con ello, me queda claro. El dia de ayer falleció mi primo en un accidente, que puñal oxidado y traicionero es ese tipo de noticias, cuando una persona muere producto de una enfermedad, existe el tiempo para irse resignando, para entender que la transicion final es un alivio para todos, pone fin a un sufrimiento cronico, pero cuando ocurre de súbito, no existe alivio, solo el vacio enorme que deja esa presencia, esa risa, esa mirada, ese buenos dias, todo eso que se tiene de cotidiano y en un segundo se esfuma para no regresar. Me pone triste el saber que alguien mas joven que yo muera, deberiamos morirnos primero los viejos, ese es el acuerdo ancestralmente pactado, pero en estas cosas de la vida y la muerte, no existen tratos, simplemente plazos para cumplirse.
No tengo idea de que se le dice a una madre o a un padre para consolarlos de la perdida repentina de su hijo, ni siquiera concibo natutal que los padres tengan que enterrar a sus hijos, debe ser al reves, es asi como debe ser, pero no siempre el deber es lo que sucede y eso me da mucha bronca con el destino, con Dios, con la madre naturaleza, con quien quiera que maneje este jodido mundo, asi no deben ser las cosas, asi no.
Ante la muerte, todo queda tan pequeño, todo queda tan trivial, toda pregunta cotidiana tiene una respuesta evidente, todo es tan sencillo, uno recuerda la instruccion original "Ahi tienes una vida, solo te pido que la vivas". Primo, no convivimos lo suficiente, nunca nada sera suficiente, tristemente siempre lo entendemos tarde y tendemos a olvidarlo en el corto tiempo despues de aprenderlo, de ti me quedo con la imagen de niños, con la fotografia cuando mi tia orgullosa mostraba a todos los ahi presentes tu enorme parecido con el abuelo, me quedo con tu sonrisa, me quedo con el sabor del amor que tus hermanos te profesaban, Ulises, Billy, esperanos alla arriba, junto a los tios y al abuelo, alla llegaremos y nuevamente haremos fiestas y reiremos como acostumbra nuestra familia, hoy te lloramos, pero eso es normal, eso es normal, normal porque te queremos y eres parte de nuestro arbol.
Billy, descansa en paz.
