sábado, 25 de diciembre de 2010

Molinos de Viento

El tiempo se acaba y mi espada rebota contra el gigante, no hay tregua y es cuando entiendo que me han dejado solo, pero lo han hecho por mi estupido afan de resolver todo sin ayuda, me siento cansado, es inutil el embate, no causo mella en el gigante y con cada golpe siento que se estremece el esqueleto de este pobre infeliz en el cual me voy convirtiendo.
El tiempo se acaba y el cansancio vence, un chirrido, leve risa de mi enemigo que se sabe invencible ante mi, las manos sangran por los cayos hechos de tantos frustrado intento, sus brazos siguen girando, girando con la misma fuerza que el viento, mi espada esta pronta a romperse, pero que carajos importa, si se rompe usaré mi brazo y si se rompe este el otro, luego una pierna y asi sucesivamente, soy un caballero, no soy el loco que piensan, este es un gigante, no el molino que aparenta.
El tiempo se acaba, la noche casi cae, solo me queda el aliento, mi cuerpo ahora es mas fragil porque lo siento roto, quizas es una dicha que aun lo sienta, me incorporo, tambaleante, no importa, me se el camino del embate, me sé el resultado, me sé de memoria la exclamacion y el lamento, tomo nuevamente aire, siento como cuesta trabajo retenerlo, lanzo mi ultima mirada, lanzo mi ultimo grito con maldiciones con forma de susurro, doy un paso, luego otro, que mas da, soy un caballero y naci para esto.

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