lunes, 26 de abril de 2010

¿Y si no me creen?

El hombre estaba solo en esa habitacion, ni un solo ruido, el televisor apagado, todo en penumbras, si él quisiera podria haber visto volar sus ideas frente a él, de diversos colores, verdosamente luminosas las pocas, que eran las buenas ideas, los buenos recuerdos, recuerdos de hace cuatro años que soñaba diferente, que veia el mundo diferente, que veia la realidad diferente; palidamente violetas, algunas, los recuerdos tristes de las personas que en este tiempo han intentado hacer algo por él, mas cada una se han alejado, abandonandolo con sus convicciones, las luces que son mas son de un color furiosamente rojo, las preocupaciones, son tantas que todo se tiñe de rojo, rojo que cae en su conciencia, rojo que le recuerda tantas cosas rojas que no quisiera recordar.
Su mano tamborilea sobre el brazo del asiento, su respiracion es pausada, tranquila, jodidamente tranquila, no deberia estar asi, ¿Como puede el ser humano acostumbrarse a tantas cosas que le alteran los nervios y despues de un tiempo estar tan tranquilo?.
De pronto una luz roja brilla mas que las demas, "¿Y si no me creen? ¿Y si no cuidé todos los detalles? ¿Y si olvidé pensar en Algo?", piensa y vuelve a pensar en la reacciones que tendran ellos, los destinatarios del mensaje, los dueños de la plata, los patrones de él, sus sueños podrian verse frustrados, "¿Cuantos sueños no se frustran asi? En un suspiro muchos".
Consultó su reloj, sintio la boca seca, bebio un poco de la botella de agua " Es la hora".
Se incorporó, comenzo a andar como anda un preso rumbo a su ejecucion, inclinando la cabeza para buscar refugiarse en sus pensamientos, ya no brillan, hay demasiada luz, "¿Y si no me creen?".
Movio la cabeza para desechar las ideas, sonrie ahora, sabe que es su momento, en un juego de ajedrez el que gana es aquel que mueve mejor y anticipadamente las piezas.
Impecablemente vestido, con ese tono jovial que le ha costado horas de practica, tiempo de soledad, mucha soledad, cuantas caras conocidas y cuanta soledad, a todos conoce y a nadie ve, no existen, solo existe el "¿Y si no me creen?".
Los microfonos estan listos, la garganta se aclara, los oidos atentos, su voz, esa voz modulada debe ser destemplada, es necesario, forma parte del montaje, no se puede fallar por un detalle tan primordial como la voz, y fluye emocionada, fluye con la conviccion de que lo mas dificil ha pasado, fluye con ese tono de emotividad necesario para que en la gran mayoria desaparezca el  "¿Y si no me creen?".
En los oidos el mensaje, en los ojos su imagen, en el pensamiento sus palabras "Hoy es un gran dia para la nacion, mediante un ejercicio de sofisticada inteligencia y en una maniobra coordinada por los organismos de seguridad de este pais, se ha logrado sin derramar una sola gota de sangre la liberacion de la ilustre ciudadana ..." o algo asi queda impreso en las ideas, es el heroe del momento, la persona que en una muestra de gran sencillez no se felicita a si mismo de este triunfo, imperceptible a los ojos que ven, una mano al final del discurso pasa rosando el bolsillo del pantalon "El poder bien vale unos verdecitos".

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